LA INGRATITUD HACIA DIOS SUSTITUYÉNDOLO POR IMÁGENES
Que al tener usted inteligencia y dominio propio porque Dios en su inagotable misericordia por bendecirnos nos las dio a todos, a pesar que somos malos y pecadores, nos dio todas las cosas: Un sol, con el cual bendice la tierra dándonos luz y calor durante el día y con ello se produce la fotosíntesis sin la cual los plantíos de frutos no darían su alimento y sin el cual no habría vida en la tierra porque todo estaría congelado; y luego nos dio Dios una luna que junto a la labor diaria del sol nos prestan servicios gratuitos en las noches, para que ilumine como una lámpara “a media luz” y no sean las noches como las tinieblas, ¿tiene usted idea de lo que Dios ha hecho por nosotros, no más hablándole de su inmenso amor en haber hecho estos DOS astros para bendecirnos?
Pero el mayor regalo es Cristo, en quien tenemos salvación eterna.
Pero si me dedico a enumerarles las misericordias que Dios hace por nosotros, no termino de escribir.
Siendo así ¿Cómo es posible que adoren y clamen y den acciones de gracias a unas estatuas? Esto tan sólo es un grave pecado de IDOLATRIA por el cual Dios está airado, y por causa de toda esta locura e ingratitud es que Dios está mandando una y otra vez:
- TERREMOTOS DEVASTADORES, CICLONES, TSUNAMIES, TORNADOS, HELADAS, HOLAS DE CALOR, ENFERMEDAD y pestilencia y toda clase de aflicción a los moradores de la tierra. Porque la consecuencia del pecado es muerte eterna.
Y esta manera rara de darnos amor según muchos, es a ver si con estas terribles aflicciones abren los ojos y levantan su mirada al cielo y dicen: ¡DIOS MÍO JUSTO Y VERDADERO SOLO TÚ PUEDES LIBRARNOS DE ESTA TERRIBLE PLAGA! ¡AYÚDANOS DIOS!
Y clamando a Dios por misericordia puedan sobrevivir a estas calamidades. Y dando gloria al Dios único y verdadero, se arrepientan y se conviertan al Hijo, nuestro Salvador, para que finalmente todos tengamos vida eterna. Dios ha preparado un reino bello y lleno de finos e inimaginables detalles para dárselos a los hijos que le aman y han buscado a su Salvador. ¡Este es el firme propósito de Dios!

El Señor Jesucristo viene pronto y Dios no quiere que ninguna alma se pierda:
“9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9).
Amados: Dios instruyó este importante mandamiento en los DIEZ MANDAMIENTOS, y no puedes incumplirlo.
“4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” (Éxodo 20:4-6).

Alguna religión enseña que solamente las veneran, y he aquí les pasa igual que al engaño de la serpiente antigua hacia Eva, a quien le tergiversó la instrucción recibida de Dios adornándola con otro pretexto evasivo para que desobedeciera y muriera en el pecado. Pero sepan que para Dios, sea que te inclines delante de éstas, sea que las veneres o sea que las honres comprándolas y llevándotelas para tu casa o para tu negocio, para que te ayuden y te protejan, además de una ingratitud hacia tu Hacedor quien sopló de su espíritu para que lo tengamos dentro de nosotros, todas estas locuras que hacemos son ABOMINACIÓN para Dios.
DIOS PERDONA ESTOS PECADOS AL QUE SE ARREPIENTE Y SE CONVIERTE
“30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; 31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”. (Hechos 17:30-31).
Y el nombre de aquel varón es Jesucristo, porque no nos ha dado Dios ningún otro nombre a los hombres en la tierra, en el cual podamos ser salvos.
Y visto que Satanás, además de engañar a Eva, a mí y a ti, dices que también tienes a Dios, entonces renuncia a los otros ídolos, porque Dios no puede ser compartido con nada ni nadie. “Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas” (Isaías 42:8).
¡Arrepiéntete a tiempo y ven a Cristo antes que sea tarde!
Escrito por: Hna Ada Luz Camargo de Pineda
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