“6 Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; porque no juzgáis en lugar de hombre,sino en lugar de Jehová, el cual está con vosotros cuando juzgáis. 7 Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho”. (2 Crónicas 19:6-7).
“9 Y les mandó diciendo: Procederéis asimismo con temor de Jehová, con verdad, y con corazón íntegro”. (2 Crónicas 19:9).
Ya han leído, que Dios les manda a los jueces de la tierra a practicar estas obligaciones:
- Cuando administran justicia, deben hacerlo en el nombre de Dios, quién está con ellos mientras juzgan de acuerdo a las leyes nacionales, si éstas son justas. Si alguna de ellas contradice un principio de Dios, aplíquese la justicia de Dios sustituyendo la de los hombres.
- Tener temor de Dios, porque él no practica injusticia. Dios no acepta tráfico de influencia.
- No hacer acepción de personas.
- No parcializarse a favor de pobre o rico. “15 No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo”. (Levítico 19:15).
- No admitir cohecho o soborno.
- Proceder con verdad y corazón íntegro, que equivale a no aceptar falsos testimonios ni falsas pruebas para condenar a alguien.
- No tener temor para tomar decisiones, porque Dios está con él si obra con justicia. Además, el temor en sí lleva castigo de Dios. “ 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7).